¿Qué va a ser la “Bolsa Premium”?


La Argentina se encuentra a la espera de la “lluvia de inversiones”, mientras tanto, debe ponerse al día innovando su mercado de capitales como así lo hizo el resto de Latinoamérica.
Se creía que un mercado más amistoso y el levantamiento del cepo cambiario serían suficientes razones para que se iniciara una lluvia de inversiones sobre la Argentina, un sinónimo de más puestos de trabajo y dólares en la economía, pero hasta hoy solo se han registrado 14% de las promesas de inversión anunciadas, según un conteo del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
No confíe en la suba de las accionesEs por eso, que para transformar el mercado local en uno más atractivo (e incrementar el interés de los inversores por la Argentina) se debería recorrer en los próximos meses el camino que en los últimos años transitaron países de la región como Brasil, Colombia o Perú, todos con un gran desarrollo bursátil.
Lo cierto es que a pesar de múltiples road shows, el arreglo con los fondos buitre, el lanzamiento del blanqueo de capitales y, más recientemente, el Foro de Inversiones y Negocios desarrollado en Buenos Aires, la lluvia de inversiones aún no llega.
De hecho, el desempleo se ha profundizado, ha crecido el endeudamiento y la bonanza del segundo semestre no se percibe como tal.
Según un informe del CEPA, en principio Macri y su equipo estimaron que desde su asunción llegarían 130.000 millones de dólares, pero desde el 7 de julio pasado, el propio mandatario corrigió la cifra con base al pesimismo de los hombres de negocios y calculó que no desembolsarían más de 100.000 millones de dólares.

Entonces, ¿cuál es la idea para atraer las inversiones?

Como se calcula que llegarán muchos millones de dólares hacia la Argentina, el país debe pensar en algún plan para poder manejarlos.
Es por eso que  en la city se está gestando la idea que el país debería transitar (financieramente hablando) en los próximos meses el camino que en los últimos años recorrieron países de la región como Brasil, Colombia o Perú, todos con un gran desarrollo bursátil.
En el Mercado de Valores y en la Bolsa de Buenos Aires ya se hicieron a la idea y empezaron a trabajar para sentar las bases que permitan responder en algún momento a la demanda -hoy latente- de inversores del exterior.
Una de las iniciativas más fuertes, que está siendo además avalada desde la Comisión Nacional de Valores (CNV), es el desarrollo de una suerte de nuevo Merval, el índice líder de la Bolsa porteña.
La idea que más fuerza tiene es que el panel contenga sólo aquellas empresas que cumplancon prácticas que hacen al buen gobierno corporativo, indica La Nación.

¿Nuevo Merval?

El camino a seguir sería parecido al que recorrió a comienzos de la década pasada el Bovespa de Brasil, cuando creó lo que llamó el Novo Mercado, en un intento de aumentar la confianza de los inversores, para que invirtieran en acciones de empresas cotizantes, y de las compañías, para alentarlas a financiarse en el mercado de capitales.
El objetivo de la iniciativa es que se cree que las empresas que coticen en esta suerte de “Merval Premium” serán las más buscadas por los inversores, ya que asegurarán una mayor protección del ahorrista minorista, además de unas mejores prácticas corporativas.
Por lo menos eso es parecido a lo que aconteció en Brasil hace ya unos años. Las compañías del llamado Novo Mercado no sólo actualmente tienen un precio más alto que las que no participan de este segmento, sino que además son las más demandadas por los inversores.
En la Argentina, el proyecto todavía se encuentra en una fase preliminar, es decir, en plena etapa de elaboración.
La idea, según lo que publicó La Nación, sería ponerlo en funcionamiento en unos seis meses, una vez que ya esté aprobado B&MA, el mercado que surge de la fusión de la Bolsa con el Merval.
Aunque todavía no se encuentra en marcha, ya se están ultimando algunos de los requisitos que se piensa exigir a las empresas que quieran integrar el selecto panel, similares a los que aplicó Brasil.
Según lo que se sabe hasta el momento, deberán ofrecer en el mercado bursátil no menos del 25% de su capital. Hoy, en la Bolsa porteña hay muchas empresas que tienen en circulación una porción muy menorde sus acciones.
Esto hace que los papeles tengan poco volumen -y por ende, mucha volatilidad de precios-, y que además su cotización suela estar sujeta a los movimientos de cartera que realicen unos pocos grandes jugadores, que mueven los precios con cierta comodidad.
La idea es que las empresas que abran su capital distribuyan sus acciones a todos los inversores interesados, tanto individuos como instituciones.
Dentro de los seis meses desde que se realiza la emisión de los papeles, el accionista controlante o sus directores no podrán vender esas tenencias.
También se les exigirá a las empresas tener un mínimo de cinco directores, de los cuales un 20% (uno, como mínimo) deberá ser independiente.
Hay más requisitos que por ahora están siendo analizados. La persona que ocupe el cargo de CEO o gerente general no podrá ser la misma que esté a cargo de la presidencia del directorio.
Además, todo director que ocupe simultáneamente cargos en otras empresas tendrá que informarlo. Y las compañías no podrán limitar el número de votos de accionistas en porcentajes inferiores al 5% del capital social.

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